my non-growing tomatoes

Los raquíticos tomates (Solanum lycopersicum), que con todo mi amor planté el año pasado, han dado 3 tomates; bueno en realidad 5 pero dos no los cuento porque uno lo arranqué sin querer (su pequeño cadaver anda suelto por ahí) y el otro es tan pequeño que debería clasificarse como grosella (Ribes rubrum). 


Las malas lenguas dicen que es facilísimo hacer crecer tomates, que salen por todas partes sin que nadie se ocupe de ellos. Yo no se si es fácil o difícil, no hay duda de que mis pequeños experimentos en con el roof-gardening no se me han dado bien en cuanto a tomates se refiere, pero sí me han enseñado alguna que otra cosa. 

Estamos hartos de oir que para obtener buenos frutos hay que sembrar en la tierra apropiada,  en el momento apropiado, en el sitio apropiado y no hablemos de regar, que ni mucho ni poco si no lo justo. En fin, todo esto no es novedad, por lo menos para cualquiera que se dedique a plantear un poco. Lo que me había sido ocultado, y así me ha ido de mal, es quitar los "chupones"...y qué son los chupones? pues eso mismo me hubiera gustado saber a mi antes de dedicar horas, días, semanas! al cuidado de mis tomateras. 

La definición ortodoxa de chupones sería algo así como ...tallos secundarios desarrollados a partir de yemas que se forman en los nudos y axilas foliares y que aparentemente sólo estan presentes en la dicotiledoneas...(un rollo), para la gente normal unas ramas que salen en diagonal entre el tallo gordo y las ramas de los lados.  Sea la que sea la definición el caso es que estos chupones distraen la sabia del tallo principal que da las ramas que su vez dan flores y por lo tanto frutos y la distraen tanto que no llega a donde tiene que llegar, la planta crece y crece, todo muy verde, muy bonito, pero ni una pelotilla. Los entendidos dicen que hay que eliminarlos cuidadosamente cada vez que brotan para que la sabia se concentre en las ramas originales, las primeras que salen, las ramas que dan flor.

Y a dónde nos lleva todo esto, pues muy fácil, después años sembrando, regando, escuchando a expertos de todo tipo opinando sobre como debe uno cultivar su desarrollo profesional, mis tomates me han enseñado que o se aplica la  técnica chupón o la poca sabia que se tiene se distrae y se queda uno para simpre verde.